5 formas de lidiar con una crisis embarazosa de niños pequeños en público, porque no quieres romper también
Los niños pequeños no tienen reparos en las crisis públicas. Pero los padres? Están un poco más avergonzados por la ruptura. Mis hijos han sido expulsados ​​de tiendas departamentales, fiestas de cumpleaños y restaurantes debido a un derrumbe épico, y cada vez que recibo un ojo maloliente o un comentario crÃtico sobre nuestra salida. EstarÃa mintiendo si dijera que esto no me hizo sentir un poco avergonzado a veces. Por más difÃciles que puedan ser estas situaciones, he encontrado que hay formas de lidiar con las crisis embarazosas de niños pequeños.
Siempre trato de recordarme a mà mismo que no lo tomo como algo personal. Después de todo, me decepciono bastante cuando no consigo mi camino, asà que no es de extrañar que mi hijo esté histérico cuando vea un juguete increÃble en el estante y no pueda llevárselo a casa. El calor entra en mis mejillas cuando siento la sensación de pánico y vergüenza familiar. Gracias, estos sentimientos pasan cuando recuerdo que hay maneras productivas y efectivas para que yo maneje esta situación. Estar en público no nivela el campo de juego, todavÃa soy el padre y todavÃa estoy a cargo.
Usando los métodos a continuación, cualquiera puede manejar una rabieta pública como un profesional. Esto es lo que necesita saber antes de llevar a un niño pequeño con hambre a Target durante la siesta.
1 abordar el comportamiento
Cuando su hijo se encuentra en medio de una rabieta de nivel 10, no siempre es fácil mantener la calma. Pero tomarse un momento para calmarse podrÃa evitar que la situación se agrave. Como señala Kid's Health, es importante que los padres recuerden de dónde proviene el comportamiento. Los niños tienen rabietas cuando están cansados, hambrientos o incómodos. Trate de ver si puede identificar qué factor puede estar afectando a su hijo, y aborde ese problema. Por ejemplo, si cree que la rabieta fue provocada por el hambre, dÃgale a su hijo que puede comer un bocadillo una vez que haya recuperado el control.
2 Darles herramientas para ayudarse a sà mismos
Si las rabietas surgen de frustraciones, ayudar a su hijo a aprender a manejar esos sentimientos les da las habilidades para mantener el control cuando aumenta la frustración. En una entrevista con Parenting, el experto en comportamiento infantil William Sears recordó a los padres que las rabietas son parte de un proceso de aprendizaje ". Parte del desarrollo infantil es aprender qué lenguaje satisface las necesidades de uno y qué no", dijo. Agregó que el simple hecho de decirle a su hijo que le diga lo que les molesta, no gritarlo, les mostrará que si pueden controlar y usar palabras en lugar de lágrimas, pueden resolver el problema juntos.
3 No necesitas hacer excusas
Como señala Empowering Parents, los padres no necesitan presentar excusas a otros por el comportamiento de sus hijos. Cuando intenta manejar una situación de berrinche, lo último que necesita es la opinión de los espectadores. El uso de afirmaciones claras y positivas puede ayudarlo a detener a un crÃtico y mantener las ganas de inventar excusas. Escucharle decir cosas como: "Mi hijo me necesita en este momento", reforzará a su hijo que usted está allà para apoyarlos, pero no excusando el comportamiento.
4 Cambiar ubicaciones
Encontrar un lugar seguro y tranquilo puede ayudar a que su hijo (y usted) se calmen. Mano a mano La paternidad sugiere mudarse a una habitación separada si está en una casa o en una esquina trasera cuando está en una tienda. Mientras menos distracciones haya, más podrá concentrarse en su hijo y guiarlo hacia el control. Cambiar a una ubicación más aislada también puede ayudar a eliminar tener que interactuar con otras personas que pueden agregar estrés a la situación, como los espectadores que ofrecen comentarios negativos.
5 No te disculpes por ellos
Cuando un niño llama la atención debido a una rabieta, los padres pueden sentir la necesidad de pedir disculpas en nombre de su hijo. Sin embargo, la Casa del profesor advierte que pedir disculpas por su hijo puede ser un gran error. El comportamiento fue decisión del niño, por lo que es su responsabilidad hacer las disculpas necesarias. Ya sea que hagan una disculpa en persona o escriban una nota apesadumbrada, los niños deben ser dueños de los comportamientos que llevaron a la rabieta.
A pesar de que puede estar en público cuando surge una rabieta, la situación no es asunto de nadie, excepto usted y el de su hijo. Mantenerse calmado y en control lo mantendrá enfocado en la tarea en cuestión: calmar a su niño pequeño. Tener estos consejos en el bolsillo de atrás será útil la próxima vez que su pequeño comience a desprenderse en el supermercado.
Imágenes: CortesÃa de Donnie Ray Jones / Flickr; Giphy