Cuando la escuela no es genial
La asistencia a la escuela es bastante obligatoria para todos los niños estadounidenses, ¿verdad? A muchos les encanta levantarse y salir por la puerta todos los dÃas. Pero por cada niño feliz, hay otro a quien no le gusta ir a la escuela. Si su hijo está entre los que odian la escuela, la vida puede ser muy estresante para los dos.
Llorar, berrinches y negarse a vestirse: los niños pelearán bastante bien cuando haya algo que no quieran hacer. Como padre, sabes que tienes que elegir tus batallas: ¿es esta para pelear, o simplemente debes rendirte y dejar que tu hijo se quede en casa? A menos que esté preparado para la educación en el hogar, esta es definitivamente una batalla necesaria para librar, mamá. Solo será más difÃcil regresar por cada dÃa que su hijo salte de la escuela.
Razones por las cuales a los niños no les gusta la escuela
A los niños no les gusta la escuela por muchas razones. Algunos podrÃan ser más fáciles de identificar, si su hijo tiene dificultades para aprender a leer, por ejemplo, puede encontrar la escuela frustrantemente difÃcil, que otras cosas más sutiles (hemos oÃdo hablar de niños que no quieren ir a la escuela porque no quiero tener que usar los baños de la escuela!). Los problemas sociales son enormes para los niños. La necesidad de amigos y de encajar, la intimidación y la timidez son solo algunas de las razones por las que los niños encuentran problemas para ir a la escuela. Problemas con los maestros, tomar exámenes, no sentirse cómodos hablando o leyendo frente a la clase, sintiéndose atrapado y sin suficiente tiempo libre ... la lista de razones que los niños dan para no disfrutar de la escuela sigue y sigue. ¡Y no los comiencen con el almuerzo escolar "asqueroso" y las montañas de tarea!
Cómo hacer que la escuela sea genial
Desafortunadamente para tu guisante dulce, no ir a la escuela no es una opción. Lo que significa que depende de usted, mamá, y con suerte de algunos maestros, consejeros escolares y entrenadores útiles, hacer que la escuela sea genial. Aquà hay algunas cosas para probar:
- Hable con su hijo y los maestros para descubrir qué sucede con la renuencia a asistir a la escuela. Mantenga la conversación lo más neutral posible: no necesita ser un Pollyanna para la educación organizada, pero tampoco desea contribuir a los pensamientos negativos.
- Con su hijo, intente una lluvia de ideas que puedan ayudar con los problemas. Si su hijo tiene varios problemas, divÃdalos en categorÃas y considere soluciones para cada uno por separado. Luego, hable con su hijo acerca de probar una o dos de las sugerencias y acuerde un marco de tiempo para darle una oportunidad. Cuando incluso los niños pequeños se apropian de sus problemas e implementan sus propias soluciones, tienden a invertir más en su éxito.
- Trabajar fuera de la escuela para abordar problemas en la escuela. Si su hijo se queja de que no tiene amigos, organice una cita para jugar después de la escuela o inscriba a su hijo en una actividad en la que tenga más oportunidades de conocer a sus compañeros de clase. Por inquietudes académicas, hable con el maestro de su hijo sobre lo que puede hacer para ayudarlo a tener éxito. Si los problemas de comportamiento son el problema, reúnase con el consejero escolar para conocer la situación.
- Apunte a las prácticas de estilo de vida saludable en el hogar que prepararán a su hijo para el mejor dÃa escolar posible. Piense en horarios regulares para acostarse, desayunos balanceados y tareas escolares. Apunte a las mañanas tranquilas preparando almuerzos, ropa y mochilas la noche anterior. Comprométete a llegar a la escuela a tiempo. Llegar tarde hace que sea más difÃcil para su hijo adaptarse al ritmo de la clase.
Hagas lo que hagas, no ignores las preocupaciones de tu hijo. La escuela es una parte importante de la vida de los niños durante muchos años, por lo que guiar a su pequeño en un camino educativo positivo deberÃa ser una meta que tenga como padre. Por supuesto, habrá muchos problemas menores que aparecerán a lo largo de la educación de su hijo, y no tendrá que involucrarse en todos ellos. Pero no ignore las reiteradas reticencias o la negativa de un niño a ir a la escuela sin tratar de llegar al fondo de lo que está sucediendo.