Apoyando a su hijo después del trauma

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El trauma en un niño puede deberse a varias razones, entre ellas, la pérdida de un miembro de la familia inmediata, un desastre que pueden haber presenciado personalmente o un accidente sufrido. Un cuidador puede ayudar al niño en tales casos para ayudar a superar tal trauma.

Sostener al niño mientras su cuerpo está desgarrado por sollozos puede ser tan difícil para el cuidador como la experiencia es traumática para el niño. En esos momentos, lo que más necesitan los niños es un lugar tranquilo donde puedan confrontar sus miedos y tratar de encontrar las respuestas que buscan sus mentes. Las consecuencias del trauma pueden dejar tras de largo las repercusiones, que un cuidador necesita entender y manejar con paciencia y compasión. El duelo en particular, especialmente de alguien cercano, puede ser desconcertante para un niño y manifestarse en forma de sentimientos de abandono y miedo. Como cuidador, aquí hay cinco cosas que lo ayudarán a apoyar a su hijo a través de un trauma:

1. Volviendo a un horario anterior

Después de los primeros días del evento que provocó el cambio, intente regresar al niño a su rutina anterior. El consuelo de lo familiar será un bálsamo eficaz para calmar la incertidumbre que debe tener el niño. Volver a la guardería o la guardería, visitar la biblioteca de juguetes para un intercambio semanal puede ser algunas de las cosas para comenzar. Esto también le da la seguridad de que las cosas pueden volver a ser como eran antes del evento.

2. Tranquilidad

Su pequeño puede enfrentar muchos desencadenantes del trauma durante las primeras semanas. Si fue un accidente en un automóvil, ella podría tener miedo de subir a otro automóvil; o si fue un accidente de natación, ella podría negarse a acercarse al agua en el corto plazo. En primer lugar, dígale que respeta su decisión de no entrar al agua y que no se verá obligada a hacer nada con lo que no se sienta cómoda. Demuéstrale que el agua es segura para nadar tomando algunas vueltas tú mismo. Intente y racionalice las razones por las que las cosas salieron mal la última vez, y cómo ha hecho las cosas de manera diferente esta vez. Dale la confianza de que eres consciente de su miedo y trauma, y ​​estás dispuesto a ayudarlo a superarlo. Se paciente.

3. Los sentimientos verbales

A veces, si bien se ha dado cuenta de que el niño está sufriendo un trauma, es posible que la niña no tenga la madurez emocional para comprender esto. Ayúdala verbalizándola por ella. Puede comenzar realmente explicando que está consciente de que le tiene miedo al agua debido al accidente en el que estuvo la última vez. Esto le ayuda a darse cuenta de sus propios sentimientos y a hacerla más receptiva a lo que tiene para ofrecer en términos de solución.

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4. Compartiendo tus propias ansiedades

Asegure su confianza compartiendo algunos de sus propios miedos y ansiedades con ella. Por ejemplo, puedes decirle cómo te asustan los insectos o los truenos. Esto ayuda a que ella se dé cuenta del hecho de que está bien sentirse asustada por algo y, lo que es más importante, admitir sus propios temores en lugar de mantenerlos encerrados en el interior.

5. Desarrollar una rutina para acostarse

La oscuridad a menudo trae los peores pensamientos y temores en todos nosotros. Quédate al lado de tu pequeño hasta que esté dormida, al menos durante las primeras semanas. Si se la deja sola, puede quedarse despierta pensando en su trauma y crear algunos monstruos en su mente. También puede intentar leer una historia divertida para hacer que la rutina sea divertida.

El camino hacia la recuperación es largo y debe seguirse con paciencia y cuidado. No dude en comunicarse con el pediatra de su bebé si siente que la situación está fuera de control. La intervención profesional es efectiva cuando se presenta en el momento adecuado.

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