Tratar con niños que no están interesados ​​en los deportes
En este articulo
- El niño todavÃa podrÃa estar desarrollando habilidades básicas
- El deporte o el entrenador es demasiado competitivo
- El niño todavÃa podrÃa estar intentando averiguar qué deporte le gusta
- Otras barreras
La actividad fÃsica es esencial para el desarrollo de un niño. Aunque muchos niños disfrutan practicando deportes, algunos no. Los padres deben entender qué preocupa a su hijo y encontrar opciones alternativas para mantenerlos fÃsicamente activos.
No hay duda de que los deportes desempeñan un papel importante para mantener a sus hijos en forma. Sin embargo, lo que los padres deben darse cuenta es que no pueden forzar una elección sobre sus hijos. Hay muchos niños que no les gusta practicar deportes debido a varias razones. Esto no debe hacer que los padres pierdan el corazón; por el contrario, deben discutir con el niño, qué otras opciones de actividad fÃsica puede explorar.
Hay suficientes otras actividades y los niños pueden estar en forma sin practicar deportes de equipo también. Los padres deben averiguar cuáles son esas otras actividades que atraen a sus hijos. De esta manera, los padres pueden ayudar a sus hijos con preocupaciones más profundas y animarlo a hacer lo que le gusta. Las siguientes son algunas de las razones por las cuales algunos niños no disfrutan de los deportes y las formas de abordarlo:
El niño todavÃa podrÃa estar desarrollando habilidades básicas
La mayorÃa de los niños no desarrollan sus habilidades fÃsicas, hasta que tienen entre seis y siete años de edad. Antes de esto, no tienen las habilidades, la capacidad de atención y la capacidad de controlar las reglas necesarias para practicar deportes organizados. Los niños que no han estado expuestos a un deporte a una edad temprana necesitan algo de tiempo adicional para tener éxito en la actividad. El fracaso puede hacerlos frustrados y nerviosos. Practicar con el niño en casa puede ayudar. El niño intentará, fallará y aprenderá el juego sin ser consciente de fallar frente a sus compañeros. También hace que los padres y los niños pasen tiempo de calidad juntos.
El deporte o el entrenador es demasiado competitivo
Un niño que no disfruta practicando deportes se siente aún más nervioso cuando su entrenador grita y pone presión adicional sobre los niños para que ganen un juego. Los niños pueden manejar los aspectos competitivos de los deportes a medida que crecen. Pero, la mayorÃa de los niños no están acostumbrados a la presión hasta que entran en la adolescencia. Necesitan un ambiente sano y de apoyo para disfrutar del deporte.
El niño todavÃa podrÃa estar intentando averiguar qué deporte le gusta
Algunos niños no disfrutan de los deportes, porque todavÃa no han descubierto qué deporte les gusta. Un niño que no tiene una buena coordinación ojo-mano para jugar béisbol puede disfrutar de otra actividad como nadar, correr o montar en bicicleta. Algunos niños pueden encontrar actividades individuales más atractivas. Los padres deben estar abiertos a los intereses del niño y alentarlos a hacer lo que les gusta. Explorar varias opciones puede ayudar al niño a invertir tiempo en algo que disfruta.
Otras barreras
Cada niño es diferente. Su tasa de madurez podrÃa ser diferente de las demás. Los niños de la misma edad pueden variar en altura, peso y capacidad atlética. Un niño puede ser menos coordinado o no tan fuerte como otros niños de su edad, haciéndolo sentirse incómodo para competir con ellos. Los niños también pueden tener miedo de lastimarse mientras practican un deporte. Los niños con sobrepeso pueden ser reacios a participar en un deporte por temor a no ponerse al dÃa con otros niños.
Los padres necesitan tomarse un tiempo y pensar en las habilidades, fortalezas y temperamento de sus hijos. De esta manera, pueden encontrar una actividad que coincida con el interés de su hijo. Algunos niños se asustan de una pelota y, por lo tanto, no les gusta jugar voleibol o softball, pero pueden disfrutar corriendo. Un niño al que no le gusta correr podrÃa disfrutar nadando. A alguien a quien no le gusta el baloncesto puede gustarle la gimnasia. Tratar de abordar las preocupaciones de su hijo y comprender sus problemas puede ayudarlo a tener éxito en cualquier actividad que elija. Por lo tanto, asegúrese de que usted sea un padre solidario y no critique su elección y su decisión.