¿Chuparse el dedo puede causar un chirrido?

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Chupar es un reflejo natural en el recién nacido. Es muy normal que algunos bebés se chupen los pulgares, los dedos o un chupete para calmarlos y consolarlos. Chupar también puede ayudarles a quedarse dormidos. Este reflejo natural comienza a disminuir alrededor de los seis meses de edad, al mismo tiempo que suelen comenzar con los sólidos.

La necesidad de chupar suele desaparecer a los 12 meses de edad. Sin embargo, por muchas razones, algunos niños pequeños y niños pueden continuar chupándose los pulgares más allá de esta edad.

  • Un estudio muestra que los chupadores de pulgar podrían tener menos alergias
  • La succión del pulgar, si se detiene en los primeros años, no tendrá un efecto significativo en el desarrollo de los músculos orales (labios, lengua, mejillas), en los dientes o en el desarrollo del habla. La succión prolongada y persistente del pulgar más allá de los cuatro años de edad puede hacer que los dientes se desalineen.

    La presión creada por el pulgar en la parte frontal de la boca puede causar una "maloclusión" en la que los dientes frontales superiores e inferiores no se pueden unir correctamente. Puede haber una brecha llamada mordida abierta. Esta brecha es donde la lengua es capaz de sobresalir hacia adelante en el habla, causando una interferencia mental.

    Una mordida abierta se puede corregir si el niño deja de chuparse el dedo. Una vez que se retira el pulgar de la boca, los dientes pueden crecer normalmente y, finalmente, esta brecha se cerrará. Una vez que esta brecha se cierre, la lengüeta tendrá una barrera para evitar que avance.

    La edad del niño es muy importante para determinar si la succión del pulgar está causando un problema con el habla. Hay dos tipos de lisps, un lisp interdental y un lisp lateral.

    Una luz lateral es donde el aire se libera de los lados de la lengua en lugar de a través del medio. Cuando el niño dice que los sonidos / s, z, ch, j / aparecen distorsionados y "fangosos". Este tipo de luz no es normal a cualquier edad y debe consultar a un patólogo del habla lo antes posible.

    Una luz interdental es una dificultad de articulación (habla) donde la lengua sobresale hacia delante entre los dientes frontales. Cuando se dicen sonidos como / s / y / z / puede producirse como un sonido 'th'. Si un niño tiene una lengua interdental, la lengua también puede sobresalir hacia adelante para otros sonidos como / l, t, d, n, sh, ch, j /. Todos los niños desarrollan ciertos sonidos a edades particulares. Es muy normal que un niño de hasta 4, 5 años de edad hable con una conversación interdental incluso si no se chupa el pulgar.

    Hay muchas razones por las que los niños desarrollan un susurro en su habla. Chuparse el dedo puede ser un factor de riesgo, pero no podemos decir con certeza que todos los niños que se chupan el pulgar desarrollarán un chirrido interdental. Todavía hay controversia sobre las implicaciones de chuparse el dedo, por lo que los padres deben tener cuidado con los consejos que puedan recibir.

    La succión prolongada y persistente del pulgar también puede hacer que la lengua se mueva constantemente hacia adelante y hacia atrás en la boca, creando así un patrón de tragar de empuje de lengua. Este patrón de golondrina debe desaparecer a los 12 meses de edad. Si un niño se chupa el pulgar durante un período prolongado de tiempo, este patrón de tragar con la lengua puede afectar su capacidad para tragar de manera eficiente. Esto también puede afectar la dentición, así como el habla.

    El efecto de chuparse el dedo también depende de la frecuencia y la duración durante el día. Por lo tanto, cuanto más se chupe el pulgar un niño, mayor será el impacto en la dentición, los músculos orales y el habla. Se recomienda que su hijo se quite cualquier cosa de la boca cuando esté hablando, ya que esto fomentará los patrones de habla normales.

    En mi experiencia clínica, he visto a niños que eran y todavía se chupan los pulgares y tienen un chirrido. La necesidad de tratamiento dependerá de su edad y el tipo de lisp.

    Se recomienda encarecidamente que los padres busquen consejos sobre la succión prolongada del pulgar por parte de un profesional de la salud con experiencia. Este puede ser su médico general, dentista o patólogo del habla. El patólogo del habla está capacitado para evaluar las dificultades del habla y determinar los factores causales. Es muy importante buscar la opinión profesional lo antes posible.

    Chuparse el dedo es un factor de riesgo asociado con las dificultades del habla. La succión prolongada y persistente del pulgar puede afectar la dentición, la musculatura oral y el habla.

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