12 mejores maneras de tratar y calmar la ira de un niño

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Todos se enojan de vez en cuando y es probable que los niños pierdan la paciencia más que los adultos. Esta ira puede ser el resultado de la frustración, la soledad, el miedo, la tristeza o sentirse amenazado. Si bien la ira no se puede categorizar como mala, es esencial observar cómo su hijo se enfrenta a esta poderosa emoción.

Al observar cómo su hijo trata con su enojo, puede determinar si necesita preocuparse por los problemas de enojo y pensar o controlar su enojo o no. Aquí hay algunos signos que indican una necesidad de preocupación:

  • Ira frecuente
  • Enojado por los problemas más pequeños.
  • Arrebatos enojados que resultan en la pérdida de autocontrol
  • No puede expresar sentimientos claramente
  • Comportamiento imprudente
  • No se preocupa por cómo la ira está hiriendo los sentimientos de los demás.
  • Habla de manera amenazadora
  • Expresa agresión o violencia a través de dibujos o escritos.
  • Debe recordarse controlar la ira.

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Comprender qué provocó la ira es el primer paso para ayudar a su hijo a sobrellevar la situación. A través de los métodos de manejo de la ira, puede hacer que su hijo aprenda a canalizar su ira y calmarse gradualmente.

Cómo enseñar a los niños a controlar la ira - 12 maneras efectivas

La salida fácil es castigar a su hijo gritándoles y ventilando su ira o eliminando privilegios como el tiempo de televisión o el tiempo de juego. Pero las mejores estrategias son aquellas que alientan a su hijo a lidiar con la ira por su cuenta. Aquí hay algunos consejos que pueden enseñarle cómo tratar a un niño con problemas de enojo.

1. Tomar un descanso

Dígale a su hijo que tome un descanso o un descanso al ir a su habitación hasta que se calme. Si su hijo está despotricando, espere a que termine antes de enviarlo lejos. Sin embargo, si su hijo es agresivo o violento, primero es esencial detenerlo. Puedes hacerlo sentándolos en silencio hasta que su ira se disipe. Enseñar a su hijo a hacer ejercicios de respiración y contar de uno a diez puede ser de ayuda para calmarlos.

2. Mejorar la comunicación verbal

Muy a menudo, cuando los niños se enojan, hacen berrinches, gritan o pegan porque no saben que la ira también se puede expresar verbalmente. Enseñarles un "vocabulario de sentimientos", que es una lista de palabras para mostrar cómo se sienten, puede ser útil para ayudar a los niños a lidiar con la ira. Algunos ejemplos son palabras como enojado, asustado, furioso e irritado o frases como "¡Estoy muy enojado ahora!" Y "Me está molestando", y así sucesivamente.

3. Redireccionando la ira

Cuando se desencadena la ira, su hijo siente una descarga de adrenalina que les da más energía y fuerza y ​​también produce una voz más alta. Todo esto puede llevar a la agresión o la violencia a menos que la adrenalina se canalice a algo menos dañino. Por lo tanto, podría hacer que su hijo exprese su ira en un saco de boxeo o gritar en una almohada hasta que la necesidad de violento pase.

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4. Mostrar empatía

Cuando su hijo esté enojado, trate de que hablen sobre por qué se sienten así. Esto les muestra que estás respondiendo a sus necesidades en lugar de simplemente reaccionar. Al ver que usted presta atención, es más probable que su hijo se calme. Se dan cuenta de que les está permitiendo expresar sus sentimientos en lugar de simplemente juzgarlos primero. Esto lo convierte en uno de los consejos más efectivos sobre cómo manejar a un niño enojado.

5. Establecer algunas reglas de ira

Haga que su hijo entienda que está bien expresar sus sentimientos y emociones, especialmente la ira, pero que la ira no es tomar una forma física como golpear o patear. Hágales saber que gritar, pronunciar nombres o ser malo no es aceptable y que en vez de hablar con calma es una mejor manera. Haga cumplir estas reglas de comportamiento cuando su hijo esté enojado, sin excepción, para ver gradualmente los resultados que desea.

6. Cambie su comportamiento

Si tiene la costumbre de gritar cuando está enojado, sus hijos también lo imbuirán. Entonces, aprende a controlarte a ti mismo no gritándole a tus hijos sin importar la provocación. Al mantener la calma y utilizar un tono uniforme, transmitirá el mensaje de que es posible controlar los sentimientos de enojo y tratarlos con calma sin agitarse.

7. Establecer una rutina diaria

Cree una rutina diaria que su hijo pueda seguir para ayudarlo a sobrellevar mejor su enojo. Asegúrate de realizar aproximadamente 30 minutos de actividad física cada día a través de un deporte o pasatiempo para ayudarlos a deshacerse de todo el exceso de energía que puede alimentar la ira. Asegúrese de pasar unos 15 minutos uno a uno con cada niño simplemente haciendo una conversación y uniendo lazos.

8. Tomar medidas preventivas

Una vez que su hijo se sale de la palanca, la situación se vuelve difícil. Por lo tanto, intente identificar las señales que indican que su hijo está a punto de lanzar una rabieta y tome medidas para desviarla. Puede hacer esto distrayéndolos con una actividad o simplemente abrazando a su hijo.

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9. Identificar un lugar seguro

Hable con su hijo cuando esté de buen humor y acuerde un lugar seguro al que debe dirigirse cuando esté enojado. Por ejemplo, la habitación del niño, el porche o el patio trasero pueden ser un lugar seguro para que puedan desahogarse de sus sentimientos sin sentirse avergonzados frente a otros o perturbados por hermanos que podrían convertirse en el tema de su ira. Dale al lugar un nombre divertido como 'Estacionamiento' o 'Escondite' para evitar asociaciones negativas.

10. Encuentra los disparadores

Observe a su hijo para comprender la situación o circunstancia particular que desencadena el arrebato. Puede haber diferentes cosas que lo activen, pero surgirá un patrón a lo largo del tiempo, y al evitar estos desencadenantes podrá contener la situación. Si los factores desencadenantes son inevitables, hacer que su hijo comprenda la razón por la cual se produce esa reacción puede ayudarlos a calmarse.

11. Usa el toque

Trate de calmar a su hijo durante los arrebatos enojados abrazándolos o haciendo que tomen su mano. El tacto puede tener un efecto calmante en muchos niños y puede ayudar a desactivar una situación volátil al instante.

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12. Apelar a la compasión del niño

Dígale a su hijo cómo le está afectando el arrebato. Podría decir que le entristeció como padre ver a su hijo comportarse de esta manera. O puede intentar decirles que está agotado y que puede descansar un poco, por lo que podrían encontrar otra cosa que hacer en silencio.

Mantener las líneas de comunicación abiertas en su hogar es la forma correcta de conectarse con sus hijos en todos los niveles y no solo cuando están enojados. Si estos simples consejos no le ayudan a calmar a su hijo durante un período, entonces podría ser el momento de buscar ayuda profesional. Un buen terapeuta y algún asesoramiento familiar junto con la terapia individual podrían ayudar a su hijo a superar mejor sus sentimientos.

Descargo de responsabilidad: esta información es solo una guía y no sustituye el asesoramiento médico de un profesional calificado.

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