Cuando su niño experimenta vergüenza
¿Su niño entusiasta y enérgico de repente comenzó a retirarse a sí mismo y se sintió tímido? Es hora de identificar situaciones embarazosas para los niños pequeños y ayudarlo a lidiar con ellos. No hacerlo puede causar sentimientos negativos y una incapacidad para manejar diferentes situaciones.
¿Cuándo su hijo se enfrenta a la vergüenza? ¿Cuando la elogias delante de otros, cuando le prestas atención o cuando le presentas nuevas personas? Prácticamente cualquier cosa puede ser una vergüenza para su niño. Es importante identificar situaciones potencialmente vergonzosas y ayudarlo a superarlas, ya que ignorarlas podría empujarlo a un caparazón.
4 consejos para enseñarle a tu niño pequeño a lidiar con la vergüenza
En los primeros años, los niños generalmente no son conscientes de sus interacciones con los demás. A medida que comienzan a socializar con las personas, se vuelven más conscientes de sus propios cuerpos y acciones. La presión de los compañeros también puede desempeñar un papel muy importante en la forma en que los niños se enfrentan y enfrentan la vergüenza. Si tiene un niño pequeño, necesita saber cómo manejar las situaciones que pueden causar vergüenza mientras le enseña a su hijo a hacer lo mismo.
1. No hagas Luz de Ella
La vergüenza, como otras emociones, es nueva para un niño. El trabajo de los padres es empatizar y simpatizar con la situación de su niño pequeño, y ayudarlo a entenderlo. Recuerde, escuchar es el primer paso para ayudar a su hijo a encontrar una solución. Ridiculizarlo o ignorarlo puede tener un impacto totalmente inverso en su niño.
2. Relacionarse con su hijo
Una forma efectiva de ayudar a su niño a superar la vergüenza es narrar su propia historia embarazosa. Le ayudará a comprender que tales situaciones son naturales y que no hay razón para sentirse abrumado por ellas.
3. Balancearlo
Cuando los niños se lastiman físicamente, los padres los distraen insistiendo en que realmente no se lastiman. Al mismo tiempo, se aseguran de que no haya lesiones. Así es precisamente cómo hay que lidiar con la vergüenza. No haga un gran revuelo por la situación, pero asegúrese de no ignorarla. Conviértalo en un proceso muy natural y ayude a su hijo a aceptarlo.
4. Enseña a tu hijo a aceptar y reírse de sí mismo
Esta es una cualidad que lo ayudará a recorrer un largo camino en la vida. Reírse de sí mismo y no tomar ciertas cosas demasiado en serio lo hará más paciente y comprensivo. También entenderá que está absolutamente bien hacer el tonto en la vida. Lo importante es reírse, aprender y seguir adelante. Cuando lo alientes a reírse, ríete con él pero no con él. ¡Hay un mundo de diferencia entre los dos!
Sentir vergüenza es en realidad una buena señal. Indica que un niño está desarrollando sus propias normas personales. Pero al mismo tiempo, es importante para él aprender a sobrellevar la vergüenza y manejar situaciones y sentimientos de una manera saludable. Él llevará este conocimiento hasta su edad adulta y será mejor por ello.