Problemas de desarrollo emocional en niños

Contenido:

No hay dos niños iguales. Cada niño viene con una composición genética única, características y comportamientos individuales. A veces, los bebés exhiben ciertas actitudes o comportamientos a los que los padres deben prestar más atención. Estas instancias pueden ser el resultado de dolores de crecimiento o podrían ser situaciones más largas y permanentes. De cualquier manera, es importante saber tanta información como sea posible para minimizar los efectos.

La definición

El desarrollo emocional se define como el avance de la expresión, la comprensión, la experiencia y la regulación de las emociones de un niño desde el nacimiento hasta las etapas de la adolescencia, según Education.com. En esencia, los niños aprenden cómo reaccionar y manejar ciertos escenarios en el transcurso de sus primeros años de vida. Cada tot es diferente, lo que significa que cada uno madurará en un nivel diferente.

Sin embargo, algunos niños luchan con el desarrollo emocional, ya sea por un período corto o largo. Situaciones específicas, como ingresar a nuevos entornos o conocer nuevas personas, pueden desencadenar reacciones que los padres no esperarían y que tienen que intentar comprender.

Los signos reveladores

Con el tiempo, la mayoría de los niños aprenden a procesar sus emociones y sentimientos, tanto frente a los adultos como frente a sus compañeros. Sin embargo, este no es el caso para todos los niños pequeños, y algunos experimentan dificultades para enfocarse, escuchar y / o expresarse. Problemas como el TDAH, la ansiedad, el trastorno bipolar y el autismo pueden presentarse temprano en la vida de un niño, por lo que es importante que los padres estén al tanto de los comportamientos que son poco comunes.

Aquí hay algunos ejemplos de problemas que señalan un problema de desarrollo emocional, según PACER, el Centro de capacitación e información para padres de Minnesota:

  • Pobres habilidades de comunicación o incapacidad para jugar o relacionarse con otros.
  • Retrasos en el desarrollo normal.
  • Respuesta insuficiente o excesiva al entorno, objetos o cambios ambientales, incluidos el sonido y la luz.
  • Pérdida de peso o aumento de peso inadecuado.
  • Retrasos significativos en el desarrollo cognitivo o del lenguaje, así como en las habilidades motoras.
  • Absorción en el comportamiento autoestimulante con exclusión de las actividades normales.
  • Incapacidad para formar relaciones afectivas con los proveedores de atención.
  • Comportamientos abusivos: morder, golpear, golpearse la cabeza.
  • Intentos de dañar a otros.

Próximos pasos para padres

No hay un momento preciso o una señal para que los adultos sepan cuándo tomar la medida adecuada para ayudar a sus hijos. Estos comportamientos pueden ser complicados y abrumadores, influenciados por factores que incluyen cambios familiares, problemas en la escuela, estrés o condiciones físicas como alergias o cambios en la medicación. Cada situación es diferente y merece ser tratada como tal.

Pase lo que pase, hay dos pasos inteligentes que los padres pueden tomar para obtener nueva información sobre el potencial de un trastorno del desarrollo emocional:

  1. Hable con familiares, amigos y otros padres: existe la posibilidad de que más de un padre tenga problemas similares con sus bebés. Los adultos pueden usar su red de compañeros para comprender comportamientos y qué acciones están tomando otros. Hablar con funcionarios de la escuela de un estudiante puede ayudar a los padres a cambiar una rutina que puede estar causando problemas. La interacción con otros padres les brinda a las personas un sistema de apoyo para apoyarse en escenarios con los que tienen dificultades. Los problemas de desarrollo emocional son desafiantes tanto para los padres como para los niños, y ambas partes necesitan el mayor respaldo posible.
  2. Solicite una evaluación médica: aunque puede ser aterrador, contactar a un profesional suele ser lo más útil para determinar las causas, la duración, la intensidad y el tratamiento de un posible problema de desarrollo emocional. Los médicos tienen la experiencia necesaria para observar comportamientos, entrevistar a las familias y brindar apoyo a los padres antes, durante y después de posibles diagnósticos. Los profesionales médicos pueden derivar a los adultos y a sus hijos a clases de asistencia, sesiones de terapia y mucho más. Con este apoyo, los padres pueden asegurarse de que sus hijos vivan la vida más saludable y segura posible.

Los problemas de desarrollo emocional son difíciles de manejar tanto para los niños como para sus padres. Los desencadenantes pueden presentarse de manera diferente en cada niño, lo que hace que cada niño actúe de una manera única y separada. Si bien el miedo al diagnóstico, o al diagnóstico erróneo, puede ser aterrador para los adultos, la asistencia de sus pares y profesionales médicos puede proporcionar a las familias el apoyo que necesitan para proporcionar un hogar comprensivo para sus hijos que enfrentan estos problemas.

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