Sobreestimulación en niños pequeños: el qué, por qué y cómo

Contenido:

En este articulo

  • Efectos de la sobreestimulación.
  • Señales de sobreestimulación
  • Cómo lidiar con la sobreestimulación

¿Su niño pequeño se siente inquieto y malhumorado cuando los extraños tratan de cargarlo? ¿Su niño pequeño se siente malhumorado en los eventos sociales? ¿Se siente agotado su hijo después de un largo día, lleno de aprendizaje y juego? Entonces, lo más probable es que su hijo esté reaccionando a la sobreestimulación.

La sobreestimulación ocurre cuando un niño está expuesto a más sensaciones, experiencias, situaciones y ruidos de los que puede lidiar. Cada uno de nosotros tiene un límite de umbral para la tolerancia, y los niños no son diferentes. Los niños sobreestimulados terminan sintiéndose cansados ​​y abrumados. Proporcionar un ambiente tranquilo es solo una de las cosas que ayudan a los padres a lidiar con la sobreestimulación en los niños.

Efectos de la sobreestimulación.

En términos generales, hay dos tipos de efectos de la sobreestimulación en los niños; Uno es físico, y el otro es de comportamiento. Estos efectos se manifiestan de las siguientes maneras:

Efectos físicos de la sobreestimulación

1. color

La piel de un niño puede parecer pálida o roja brillante.

2. respirar

Observará cambios en la respiración de lento y regular a rápido y entrecortado.

3. Movimiento

El movimiento cambia de movimientos suaves a sacudidas y temblores.

Efectos del comportamiento de la sobreestimulación

1. Separación

Un niño comienza a apartar la vista de los padres y cuidadores y mira fijamente al espacio.

2. Apagar

Desviarse repetidamente cuando hay un intento de involucrarlo.

3. Cerrar

En caso de sobreestimulación persistente, los niños pueden pasar repentinamente del estado de alerta al estado de somnolencia.

Señales de sobreestimulación

Cansado y irritable

Los niños sobreestimulados tienden a estar de mal humor o cansados. Son propensos a llorar mucho más de lo habitual.

Rechazo

Cuando se sienten molestos o abrumados pueden desviar la cabeza de ti.

Movimiento brusco

Los movimientos del bebé podrían volverse bruscos.

Lenguaje corporal agresivo

Los puños apretados, agitar los brazos o patear son el signo común de esto.

Problemas de conducta

Puede experimentar problemas de comportamiento como berrinches, meterse en un caparazón, negarse a cooperar, negarse a participar incluso en actividades que de otra manera encontrarían placenteras.

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Cómo lidiar con la sobreestimulación

Proporcionar un ambiente tranquilo a un niño sobreestimulado es la mejor manera. Llévelo a un lugar tranquilo para ayudar con el proceso de calma. Envolver a los recién nacidos ayuda, ya que reduce las sensaciones físicas. Llevar al bebé también resulta útil. En el caso de niños pequeños, es aconsejable escuchar a su hijo para entender lo que está sintiendo. Esto le ayudará a encontrar mejores soluciones para enfrentar el problema.
Incluso si su hijo no habla, puede observar signos corporales sutiles y signos de sobreestimulación del comportamiento. Puede aumentar el apoyo envolviendo al bebé, meciéndolo suavemente o animándolo a chupar algo como un chupete, el pecho o el dedo. Alternativamente, puede disminuir la estimulación hablando en voz baja y manteniendo al bebé quieto por unos minutos. Estas técnicas deben ayudar a su hijo a calmarse.
Cuando intente estas intervenciones, notará inmediatamente que el color de la piel de su hijo vuelve a la normalidad, los movimientos bruscos se detienen y la respiración se vuelve más regular. Todos los niños experimentan sobreestimulación en algún momento del tiempo. La clave para lidiar con el problema es estar atento y trabajar para calmar a su hijo.

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