Los dos NO tan terribles
Tienes una persona loca en la casa. Está gritando un minuto, arrojándose al suelo al siguiente, y diez segundos después te está dando una sonrisa angelical.
Esa sonrisa angelical es bienvenida, pero ¿qué pasa con los repentinos estallidos de mal genio? Es solo un comportamiento normal en la vida de un niño pequeño. Los llamados "dos terribles", un perÃodo que puede extenderse desde los últimos hasta los tres primeros, según la Academia Estadounidense de PediatrÃa, es un momento crucial en la vida de un niño.
"Básicamente es una lucha entre padres e hijos por el control", dice Benjamin Siegel, MD, profesor de pediatrÃa y psiquiatrÃa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. "Espere que los niños lo prueben. Espere que los niños pierdan el control. Esperemos que ustedes, como padres, no pierdan el control".
Rabietas desmitificadas
¿Qué desencadena estas explosiones? Cualquier cantidad de cosas, incluida la frustración en la comunicación, la sobreestimulación, los descansos en la rutina y simplemente estar cansado. Escuchar "no, no puedes tocar eso" demasiadas veces suele ser un desencadenante.
"Los niños de esa edad necesitan y quieren tocar todo", dice el Dr. Siegel. "En las primeras etapas, se llevaban todo a la boca. En la etapa de los niños pequeños, salen de paseo, caminan y exploran. Su trabajo es tocar cosas y manipular su entorno". Esencialmente, los niños pequeños tienen deseos como todos los demás, y quieren lo que quieren ahora. La diferencia es que, "a diferencia de los adultos, los niños pequeños no pueden retrasar la gratificación, lo que los frustra fácilmente", dice el Dr. Siegel. "Cuando no se satisfacen las necesidades, explotan. Lo que los padres tienen que darse cuenta es que todo es una parte normal del desarrollo, simplemente el curso para un niño pequeño".
Como padres, establecer lÃmites apropiados es una herramienta esencial en la batalla de voluntades. "Los niños necesitan saber cuáles son sus lÃmites, para protegerse y proteger a los demás", dice el Dr. Siegel. "Los padres deben entender que la disciplina no es castigo; es enseñanza".
Minimizando Meltdowns
Entonces, ¿cómo evitar las rabietas en el pase? Aquà hay algunas estrategias a tener en cuenta:
- Haga que su hogar sea un juego de niños amigable. En otras palabras, mantenga los objetos de valor o objetos de valor escondidos de manera segura para que no tenga que decirle "no" repetidamente, lo que solo puede aumentar su frustración.
- Mantenlos ocupados. Dales muchas cosas con las que jugar para que sus exploraciones no los lleven a territorio peligroso o prohibido. Eso no significa invertir una pequeña fortuna en juguetes; los niños pequeños se divierten con cucharas, tapas de plástico y otros artÃculos de uso cotidiano. A los niños pequeños también les encanta tener su propio espacio para jugar y guardar sus juguetes.
- Mantener un horario. Es importante establecer rutinas y rituales que sean relativamente predecibles para que incluso los más pequeños tengan un sentido de control sobre su mundo.
- Ofrezca opciones para que su niño se sienta empoderado. En lugar de decir: "Es hora de cambiarse de ropa ahora", pregunte: "¿Te gustarÃa la camisa verde o la azul?"
- Espere. Si la rabieta de un niño está en su apogeo, a veces todo lo que puede hacer es abrazar a su hijo hasta que se calme. Puede, de hecho, asustarse con su temperamento. De lo contrario, utilice la redirección (ayuda a guiar sus energÃas a una tarea diferente) o distracción. Y sepa que cuando las nubes se separen, la dulzura y la luz reinarán nuevamente, al menos por un tiempo. "Cuando los niños chocan, a menudo quieren abrazarse y abrazarse, ese es uno de los aspectos más agradables de esta edad maravillosa y atractiva", dice el Dr. Siegel. "Estos son realmente los dos maravillosos: es un momento de descubrimiento, un momento de diversión y exploración".
- Estar allà Criar a un niño pequeño requiere tiempo y energÃa, y te mantiene alerta. Si estás en casa con tu bebé, trata de estar realmente con ella; guarde la computadora o PDA para dormir la siesta o para dormir y evite usar la televisión como niñera. Sobre todo, ten paciencia. Si en lugar de ver a un niño que está tratando de volverte loco (no lo está), puedes ver dentro de las luchas a un niño que está ansioso por desarrollar la autonomÃa y explorar el mundo, tendrás una experiencia maravillosa.
Esta información no sustituye el asesoramiento médico, psiquiátrico o psicológico personal.